La Diócesis ha emitido un comunicado tras la protesta de los vecinos realizada en la localidad, considerando que “se está alentando a la ciudadanía” en su contra
El Obispado de Cádiz y Ceuta ha publicado este viernes un comunicado en respuesta a la concentración ciudadana realizada esta semana en Barbate por el aumento de los precios del cementerio de la localidad. Desde la Diócesis han resaltado que dicha protesta se realizó” sin contar con la debida comunicación y autorización de la autoridad gubernativa” y condenan lo que han calificado como “amenazas, injurias y vejaciones que se vertieron hacia las personas trabajadoras en la gestión del cementerio”.
Según el comunicado del Obispado “se está alentando a la ciudadanía en contra de la Diócesis, su Obispo y de la Parroquia de San Paulino, con un evidente ánimo de tratar de doblegar, los intereses de estas entidades”, desmintiendo una vez más “la acusación de subida abusiva de precios”.
En este sentido, la Diócesis explica que “la subida de precios realizada en 2023, en todos los cementerios parroquiales, después de 8 años sin actualización, está justificada por la necesidad de trasladar, en parte, la elevación de precios en los materiales, energía, costes salariales, etc. para mantener la viabilidad económica, dado los elevados costes soportados por las parroquias”.
En cuanto a la reunión celebrada con el Ayuntamiento de Barbate el pasado mes de septiembre, el Obispado señala que para que el convenio de gestión municipal se materialice “se requiere necesariamente, por parte de la Parroquia y de la Diócesis, la acreditación del cumplimiento de los requisitos exigidos por la normativa canónica para la enajenación de los bienes eclesiásticos, con informes técnicos y jurídicos”. También añaden que, por parte de la Administración local “se requiere de informes técnicos, de Intervención y Secretaría, y su aprobación por el Pleno municipal”.
Por todo ello, la Diócesis ha interpelado, según se expone en el comunicado “a la responsabilidad de todos los representantes políticos para que, por el debido respeto a la consideración, e incluso integridad física de las personas que trabajan directamente en la gestión del cementerio, eviten injustos enardecimientos en los ánimos de la ciudadanía”, que den lugar a episodios como el ocurrido en Barbate.