Juan Adán, Arquitecto y propietario del velero que quedó varado junto a la desembocadura del rio Salado, narra una auténtica odisea desde que su embarcación se averío.
Adán ha intentado en varias ocasiones volver al mar, aunque ninguna ha dado resultado, mañana habrá un nuevo intento que parece será el definitivo aprovechando el alto coeficiente de marea previsto.
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